jueves, 25 de diciembre de 2008

“Despertar ”


Había despertado... todo seguía igual... miraba a mí alrededor... todo parecía inmenso... o yo me sentía demasiado pequeña... podía percibir la paz por doquier... esa paz frágil... delicada... como un cristal... que tiende a quebrarse ante la más mínima rajadura... Cuidaba con recelo aquella paz... resguardándola de todo aquello que pudiera quebrarla... dándole toda mi atención para hacer que perdure por sobre la infinidad del tiempo... Me sentía expectante... experimentaba sensaciones nuevas... pero también sentía miedo de que aquel cristal pudiera cortarme las manos... Esa paz me obligaba a tocarla... me obsesionaba con ese brillo... se convertía en un objeto de valor... imposible de no tocar... no pude resistirme y tomé esa paz entre mis manos... ese brillo me encandiló... no podía quitarle mis ojos de encima... era MI paz y no quería que nadie la tocara... En un estado de paranoia, me aferré a esa paz cristalizada con todas mis fuerzas... la apreté tanto que aquel cristal que tanto cuidaba se había roto... Con lágrimas en los ojos lo arrojé al piso... mis manos ensangrentadas goteaban gota tras gota... Aquella paz que tanto cuidaba me había traicionado... me había lastimado de la forma más cruel... y sin merecerlo... Ya nada iba a ser igual... La paz había quedado destruida... Los pedazos dispersos jamás volverían a juntarse.

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